Dororo: Lo nuevo no siempre es lo mejor

Hace tiempo realicé una nota en la que hablaba de algunas series emitidas en la temporada pasada, otoño 2018, pensaba hacer algo parecido cada que un periodo de animación llegara a su fin, sin embargo, en esta ocasión no hubo una cantidad de estrenos considerable que capturaran mi atención, las únicas series a las que les estoy dando seguimiento son The Promised Neverland y Dororo, siendo ésta aquella que me impresionó en todos los aspectos que la envuelven y nos la presentan como producto.

¡Hey! ¡Qué tal a todos amigos de Manga México! Yo soy Dani y después de mucho tiempo sin darme una vuelta por aquí, he regresado, con la cola entre las patas y el hocico parti... bueno, ustedes entienden. He vuelto para compartirles mi opinión sobre este increíble trabajo, que al igual que yo, ha revivido tras 50 años de su última adaptación animada. Sin más por el momento, iniciemos esta reseña, con una pequeña introducción de datos generales de la obra. (Procuraremos no hacer ningún spoiler sobre este trabajo)

Dororo es un manga escrito e ilustrado por el mangaka Osamu Tezuka. El manga fue publicado por primera vez en la Shukan Shonen Sunday entre el 27 de agosto de 1967 y el 22 de julio de 1968 antes de ser cancelado. El manga fue publicado y finalizado de manera paralela en la revista Boken’o de la editorial Akita Shoten. 

En 1969 recibió su primera adaptación animada con una serie de 26 episodios y en el año 2007, se estrenó una adaptación live action de la historia.

Y fue hasta finales del año pasado, 2018, que el estudio MAPPA y Tesuka productions anunciaron que se encargarían de realizar un remake/reboot de la obra del señor Osamu, iniciando su emisión en el mes de enero del año en curso.

Después de esta pequeña presentación pasaré a desglosar esta serie por los puntos que, bajo mi opinión, la vuelven la mejor de la temporada actual y ¿por qué no? Uno de los trabajos más destacados que han visto la luz de unos años para acá.

Adaptación histórica

A día de hoy, no podemos ignorar el hecho de que Japón es uno de los países con mayores avances en diversos campos, pasando por ciencia, tecnología, medicina e incluso moda, aun así, Dororo nos transporta a un tiempo donde la entidad nipona era todo lo contrario. Tierras divididas por las constantes guerras originadas por el ansia de poder de los señores feudales, dejando un sinfín de victimas a su paso, huérfanos de guerra, familias destrozadas, cuerpos irreconocibles y un resentimiento tan grande que puede ser equiparable a las pérdidas ya mencionadas. Contando con elementos fantásticos y demonios, esta obra logra transmitir un ambiente “realista” de aquellos tiempos remotos, en los que la fuerza era lo único que te diferenciaba entre los cadáveres del campo de batalla y un samurái dispuesto a pelear un día más. 

La ambientación en general es adecuada y envolvente, con una banda sonora que implementa instrumentos correspondientes a la época, diseños de personajes que encajan con datos históricos corroborables y tonos un tanto oscuros (hablando de animación) que nos permiten sentir esa crueldad o peligro en todo lo que rodea a nuestros protagonistas. Siempre respetando la cultura japonesa y anteponiendo la importancia de la misma.

Personajes y su desarrollo

En entregas como esta con una duración limitada (máximo 24 – 25 episodios) es un tanto complejo darles un desarrollo profundo a los personajes, mostrar sus objetivos y determinar las formas más factibles para alcanzarlos, bueno, ahora imaginen qué nivel de complejidad tiene desarrollar a tu protagonista cuando este no habla, no gesticula ni parpadea hasta pasado el episodio número cinco, bueno, Dororo logra hacer esto de una manera sublime. Demostrando que las acciones pueden envolver al espectador de la misma manera que un dialogo increíble o con muchísimo trasfondo detrás. Cabe recalcar que esta obra continua en emisión y a lo largo de las semanas restantes se podrá observar de mejor manera la resolución de conflictos planteados desde el inicio.

Sin embargo, podemos decir que, a mitad de la serie, ya se puede percibir una unión muy fuerte entre el dúo protagonista, ningún secundario se siente incluido de manera forzada y cada uno aporta un elemento que desempeñará un papel de relevancia en el desenlace. Este trabajo nos muestra la manera correcta de tratar a personajes principales, secundarios y extras de paso, sabiéndoles dar un peso argumental justificable. Y estamos seguros que con el transcurso y cierre de la historia, ésta sólo irá al alza, ya que desde este momento la serie ya transmite una mezcla de emociones en cada emisión, que nos permite formar una conexión con todo lo que vemos en pantalla.

Satisfacción, al ver una victoria y crecimiento de Hyakkimaru que lo acerque a su humanidad. Felicidad al presenciar las ocurrencias de Dororo y notar el fortalecimiento de su lazo con el asesino de demonios por excelencia. Y mucha frustración acompañada de dolor al ser testigos del dolor que ocasionan conflictos constantes. En resumen, no puedes sólo verla por verla, el desarrollo de personajes está ligado a la manera que tú como espectador percibes el mundo que te presentan. 

Animación y coreografías

El aspecto que más llamó mi atención desde su primer episodio, la limpieza que mantiene la animación en escenas frenéticas o llenas de detalle. A lo largo de todo lo que llevamos de serie, se presenta un nivel aceptable de dibujo e imágenes estáticas, se podría decir que es una producción constante, se mantiene en un buen peldaño, aun así, no podemos olvidar que este es un shonen, las peleas están relacionadas de manera directa al desarrollo de la historia, en el caso de Dororo, nos encontraremos con un combate, como mínimo, por emisión. No importa si es contra demonios, yokais, o humanos, las coreografías están bien pensadas y realizadas, con movimientos claros, los cortes son tajantes y la animación transmite esa sensación de gran manera. 

Tiene un grado de violencia considerable, además de trazos crudos, que son representados espléndidamente, MAPPA no tiene miedo de hacer uso de la sangre en peleas encarnizadas y como espectadores no podemos hacer más que estar agradecidos por ese detalle tan bien trabajado.

Impacto

Seré breve en este punto, Dororo es una historia que vio la luz hace más de 50 años, que ha pasado por diferentes versiones y ahora que ha regresado, se presenta como un claro exponente de historias clásicas, cuando los argumentos eran innovadores y las ideas frescas, causando revuelo en diferentes medios gracias al increíble trabajo de producción que tiene detrás, aparece en una industria tan globalizada como lo es la del anime hoy en día para vernos a la cara y decirnos “lo nuevo no siempre es lo mejor”. 

Existen miles de historias que desconocemos por dejarnos llevar o seguir a las masas que observan lo “más popular” de cada temporada ¿eso está mal? Para nada, todos tenemos gustos diferentes y cada uno de nosotros es libre de ver lo que queramos, nadie puede obligarte a ver una serie en específico por más que esa persona jure que se te caerían los calzones si le das una oportunidad. Sin embargo, voltear hacía el pasado para darnos una idea de donde surgieron todos esos elementos que disfrutamos en diversas obras semana a semana es una experiencia que yo les recomiendo ampliamente, es sorprendente observar los cambios generacionales y los pequeños o grandes aportes que cada autor va dejando en sus páginas para que las nuevas camadas de artistas las implementen de la manera que ellos consideren adecuadas para transmitirnos sus historias.

Para mí, Dororo es una vuelta al pasado, una muy grata, en la que podemos encontrar muchos aspectos llamativos, el opening y ending son increíbles, el diseño de personajes encaja muy bien y la manera de llevar contarnos la historia la vuelve la mejor de la temporada en la opinión de su servidor y si no la han checado, los invito ampliamente a hacerlo.

Y bueno chicos, eso es todo por esta ocasión, díganme ¿están viendo Dororo? ¿Qué opinan de ella? Recuerden que estas notas no son nada sin su retroalimentación. Les agradezco que se hayan tomado el tiempo para leer la entrada. Yo fui Dani y nos leemos en alguna otra historia.

@danielvillariv

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