Manga en México: Al rescate del mercado impreso (Segunda parte)

Afición al alcance de todos

La entrada de una plaza comercial se engalana con la cotidianidad de las personas que trabajan ahí, ofreciendo sus productos a gritos. Que si el celular, que si la funda para tu teléfono, que si los audífonos bien baratos o las USB con música precargada. Pero eso sólo en la entrada, ya que al adentrarse un poco más en el lugar, la gente dentro de sus negocios te permite observar. La mercancía también es distinta: chamarras con las orejas de Pikachu, playeras con la insignia de la escuela del Maestro Roshi o posters del anime que se te ocurra.

   El paisaje mencionado es justamente el de la Frikiplaza, del eje central, frente a la Torre Latino de la Ciudad de México. Un lugar habitual para adolescentes, adultos jóvenes e, incluso, mayores de 50 años. Sí, no es broma, de hecho algunas de esas personas más adultas están muy familiarizadas con la compra de mangas, pero, no precisamente para ellos.



   Mary, comerciante en la Ciudad de México, acude de manera regular a comprar mangas por encargo de su hijo y narra algo de su experiencia: “Generalmente, nuestro hijo aprovecha si iremos cerca del lugar para encargar algún manga de su interés. Es lidiar un poco con el mundo de gente que encontramos por el camino a la tienda, llegar, preguntar si hay existencia de los mismos, ya que en ocasiones se agotan. Las personas que atienden son jóvenes muy amables, se hace la compra y listo. Algo más para la colección”.

Calidad de impresión de Ranma 1/2 de Panini Manga

   Los padres se han visto involucrados de buena manera en el gusto que tienen principalmente los adolescentes más jóvenes, a quienes, de esta manera, les incentivan el gusto por la lectura y a desarrollar una afición que les parece inofensiva, pese a desconocer en su mayoría cuáles son los tipos de temáticas que sus hijos están llevando a casa. Mary al respecto admite que “no es algo que nos llame la atención a nosotros. De lo que consume conocemos Ranma 1/2,  porque lo miraba en la televisión, es algo de lo que compra o nos pide. De algunos otros títulos desconocemos, pero al dar una pequeña ojeada a los mangas, no parece ser un contenido tan fuerte. A veces nos pide revisar si el manga trae algún extra como un póster, por ejemplo. Respetamos el interés que tiene al buscar este tipo de entretenimiento. Forma parte de sus hobbies. Para nosotros es una persona sana mental y físicamente”.

El consumo de este tipo de productos está estigmatizado ante el resto de la sociedad como algo infantil o innecesario

   El caso de los padres es algo en apariencia insólito, pero también hay otros tipos de consumidores que son de llamar la atención. Consultando a Julio Morales Cifuentes, quien labora precisamente en una tienda especializada, él dice:

   “Hay algo chistoso que es, como por ejemplo, que viene un señor literalmente en su hora de comida del trabajo, pero viene solo, porque como que no le parece adecuado que sus compañeros del trabajo sepan que él consume estas cosas.

   “Rara vez viene gente con pareja, me imagino que por el mismo caso del oficinista. Los que vienen con pareja es porque los dos son súper fans de todo. He llegado a ver que en varias ocasiones, el chico o la chica, entra a comprar y el otro se queda afuera, o sea, no pasa ni a pajarear ni nada”.

Tienda Panini Point CDMX

   El consumo de este tipo de productos está estigmatizado ante el resto de la sociedad como algo infantil o innecesario, debido al costo y periodicidad con que salen los títulos. Esto en ocasiones causa que, quienes lo consumen, se vuelvan reservados al respecto. No obstante, hay un buen número de casos en que el fan resta importancia y vive su afición sin tomar en cuenta los prejuicios que puedan tener otros.

   Julio, por ejemplo, considera que quienes no comparten este gusto, pero lo aceptan, es por “el lado de la tolerancia más que el del entendimiento. ¿Por qué? Porque es como si en tu familia la mitad de tus familiares tomen, pero a ti no te guste. Simplemente dejas que ellos lo hagan, no tratas de cambiarlos ni nada, pero no compartes ese gusto. Yo creo que es un poco lo mismo aquí”.



   En el caso específico de Fátima, de Aguascalientes, menciona sobre cómo percibe el resto su afición al manga: “dicen que son cosas de niños y que una mujer adulta debería invertir en maquillaje o ropa. Cosa que hago, peeero tengo un ‘guardadito’ dedicado únicamente al fandom”.

   El manga de hecho es una forma de ampliar lazos amistosos entre personas que gustan de las mismas series, de las cuales manifiestan recomendaciones y opiniones en diversos grupos dentro de las redes sociales. Sin embargo, al ser conversaciones dentro de plataformas digitales, no es común observar que sean estos conjuntos de personas los que asisten en grupo a las tiendas para comprar lo que platican.

All You Need Is Kill edición física

   Quienes sí lo hacen, son amigos que acuden a la misma escuela. Y es que, siendo estudiantes en esta época, ¿a quién podría no llamarle la atención ver a un compañero que, en lugar de tener ocupada la vista con su smartphone, está totalmente atento a un librito? Esa curiosidad es la que a veces da inicio a grandes amistades y lleva a que, entre ellos mismos, nutran sus gustos por distintos géneros. Esto lo ratifica Julio Morales con lo siguiente: “he visto que sí vienen con sus círculos de amigos, los he visto incluso hasta con los mismos uniformes escolares, que quiere decir que son amigos de la misma escuela. Entre ellos se recomiendan cosas de lo que están comprando o que ya han leído”.

Personalmente no veo nada de malo en iniciar con el manga en internet. Es una manera de saber qué productos son de tu agrado y cuáles no

   Un consumidor de manga sabe bien lo que es ser visto como alguien diferente dentro de la sociedad, dependiendo, claro, de hasta qué punto hace evidente su afición no sólo por eso, sino por cosas relacionadas como el anime, la música que escucha o la ropa que se pone día con día. Hay quienes pueden pasar como personas comunes y corrientes, hasta los que casi hacen cosplay todos los días.

   Pero, si algo es distintivo entre este tipo de personas, es que ellos no van a tratar de imponer los mismos gustos que poseen a otros individuos. En general, el lector de manga sabe que el momento adecuado para hacer recomendaciones, es justo cuando alguien las busca acudiendo a él.

Saint Seiya K¿edición Kanzenban de Panini Manga

 David Ramírez, el abogado fan de Saint Seiya consultado en la entrega anterior, opina a quienes quieran iniciarse en este rubro “que lo hagan. Personalmente no veo nada de malo en iniciar con el manga en internet. Es una manera de saber qué productos son de tu agrado y cuáles no. Una vez identificados les sugeriría hacer el esfuerzo por comprar las ediciones en su país, y si es el caso de que todavía no estén licenciadas, estar en contacto con las editoriales, que por lo general escuchan mucho a su público”.

   El manga, a diferencia de otras publicaciones dentro del mercado impreso aquí en México, se va innovando título tras título, al punto de que los tomos más recientes van incluyendo un mayor número de páginas a color, ediciones más amplias y con sobrecubiertas, que se asemejan más a las publicaciones originales que salen en el país del sol naciente. Pero, ¿realmente ha ganado un lugar como impresión estable y rentable dentro de esta nación? Sus consumidores, por más de cinco años, han sabido nutrir a esa industria. ¿Lo seguirán haciendo?

@ChrisResendiz7

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