Guía manga: ¿Qué es un Mangaka?
Masashi Kishimoto en su estudio |
Previamente hablamos sobre qué es el manga, por lo que consideramos preciso que nos detengamos un momento a explicar cómo es el que se le conoce en nipón a los creadores de este género narrativo.
Los términos
Hay un principio básico donde podemos partir: A toda persona que se dedique profesionalmente a crear una historieta en Japón se le conocerá como mangaka. Sin embargo, el término tiene su truco, pues no sólo se refiere a la persona que se encarga de ilustrar, sino a las personas que estén artístícamente relacionadas con la obra que verá a la luz.
Generalmente, un manga es escrito e ilustrado por una sola persona; esto implica que el autor es el encargado de que toda la historia tenga sentido durante todas sus entregas, y por si fuera poco, debe de encargarse de entintar, realizar bocetos, colorear, distribuir los diálogos en sus respectivos globos o espacios, y vigilar las fechas de entrega. Sin embargo, hay quienes consiguen ayuda para las entregas acogiendo discípulos (personas que están interesadas en la profesión), contratando asistentes o en casos de fuerza mayor, solicitando ayuda de familiares y amigos.
Por otro lado, hay quienes optan por dividir el trabajo entre ilustrador y guionista. Al segundo, se le refiere como “manga gensaku-sha” (En hiragana: げんさくしゃ). Algunos ejemplos que podemos encontrar son: Tsugami Oba (manga gensaku-sha) y Takeshi Obata (mangaka) con Death Note, Bakuman y Platinum End. O también el caso de Yūto Tsukuda (manga gensaku-sha) y Shun Saeki (mangaka) con Shokugeki no Soma, quienes además, cuentan con las contribuciones del chef Yuki Morisaki para las recetas que aparecen en la historia.
Primeros pasos en la industria
Los términos
Hay un principio básico donde podemos partir: A toda persona que se dedique profesionalmente a crear una historieta en Japón se le conocerá como mangaka. Sin embargo, el término tiene su truco, pues no sólo se refiere a la persona que se encarga de ilustrar, sino a las personas que estén artístícamente relacionadas con la obra que verá a la luz.
Generalmente, un manga es escrito e ilustrado por una sola persona; esto implica que el autor es el encargado de que toda la historia tenga sentido durante todas sus entregas, y por si fuera poco, debe de encargarse de entintar, realizar bocetos, colorear, distribuir los diálogos en sus respectivos globos o espacios, y vigilar las fechas de entrega. Sin embargo, hay quienes consiguen ayuda para las entregas acogiendo discípulos (personas que están interesadas en la profesión), contratando asistentes o en casos de fuerza mayor, solicitando ayuda de familiares y amigos.
Primeros pasos en la industria
La principal forma para darse conocer es enviando obras para su consideración a las editoriales. Algunos logran introducirse gracias a: convocatorias que lanzan las revistas, o fueron previamente asistentes de algún mangaka reconocido, o estudiaron una carrera universitaria relacionada con las artes.
Pero también gracias a los doujinshi y la aceptación de sus lectores, son buscados por las editoriales y les ofrecen que publiquen alguna obra original (como es el caso de las chicas CLAMP). Y también, recientemente, los webcomics han ayudado a más personas a dar a conocer sus novedosas historias como el manga gensaku-sha One quien empezó One Punch-Man en un sitio web y debido a su creciente éxito, posteriormente sería redibujado por Yusuke Murata concediendo los créditos del guión a One para ser publicado en la Weekly Young Jump.
Pero también gracias a los doujinshi y la aceptación de sus lectores, son buscados por las editoriales y les ofrecen que publiquen alguna obra original (como es el caso de las chicas CLAMP). Y también, recientemente, los webcomics han ayudado a más personas a dar a conocer sus novedosas historias como el manga gensaku-sha One quien empezó One Punch-Man en un sitio web y debido a su creciente éxito, posteriormente sería redibujado por Yusuke Murata concediendo los créditos del guión a One para ser publicado en la Weekly Young Jump.
No todo es bueno
A pesar de ser una profesión muy admirada, también tiene su lado malo. Algunos artistas han declarado, tanto en entrevistas como en “los espacios para charlar” que añaden en sus entregas, que les ha llegado afectar en su salud o su ritmo de vida.
Tomoko Hayakawa escribió en varias de sus entregas de la serie “Yamato Nadeshiko Shichi Henge” que se estresaba por las fechas de entrega (incluso llegó a perder una) y que esto provocaba que llegara a perder peso. En una ocasión, cuenta que sufrió estrés y depresión debido a un incidente con la editorial, pues habían censurado una de las ilustraciones que había enviado para una de las obras.
Otro caso es el de Ai Yazawa, quien dejó Nana en pausa debido a una enfermedad que le impide tomar dibujar cómodamente (esta condición le causa mucho dolor, pues no se puede mover de manera libre). En adición, se sabe que siempre fue una mujer trabajadora y que dormía pocas horas para poder avanzar todo lo posible; en consecuencia, le causó depresión.
En la imagen: Jiro Taniguchi |
El éxito
Cada vez son más personas las que quieren convertir esto en su profesión, pero son muy pocos los que consiguen destacar internacionalmente. Todo depende de qué tan vendidas sean sus obras y la demanda que exista de los lectores.
Es así que para apoyar a tus artistas favoritos, adquiere sus obras. De esa forma, harás conocer que sus obras son apreciadas.
Muy buen artículo. La verdad es que me sorprenden la velocidad y frenesí con que los mangakas buscan cumplir con las fechas de entrega, y sobre todo aquellas que duran por años
ResponderBorrarGracias por el comentario, Isakishi. Bastante admirable lo que ellos hacen, pues mira, unen a millones de personas alrededor de su trabajo.
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